main

Video

Beautiful Boy: Siempre serás mi hijo

Beautiful-Boy-700x450.jpg

La historia de Nic Sheff (Timothée Chalamet), un joven enternecedor, inteligente, amante de la lectura, adicto a la metanfetamina, y su padre David Sheff (Steve Carell) un hombre simpático, divorciado, editor de una importante revista musical, quien busca incansablemente comprender la raíz del problema que tiene su hijo. Este filme nos permite analizar una problemática contundente a través de las generaciones, desde diversas perspectivas, como son la de un padre preocupado, un hijo atrapado en círculos viciosos, una madre que está lejos y el comportamiento familiar en general, hacia la adicción.

Basado en el libro de nombre homónimo, la transición de esta familia se retrata de manera específica, llevándonos de la mano con saltos de tiempo a la infancia de Nic, donde muestran algunas actitudes del niño que ahora han atenuado y otras que sin duda se agravaron. Hay un centenar de emociones que demuestran muy claramente lo que es pasar por ciertas frustraciones en un proceso de recuperación, las recaídas y por supuesto las repercusiones que conlleva este difícil proceso.

Durante las casi 2 horas de película, el espectador es capaz de sentir la montaña rusa emocional que están atravesando los personajes. Algo que llama mucho la atención es la posible intención de Felix van Groeningen en retratar a una familia muy diferente al estereotipo que estamos acostumbrados a ver, si bien, David tiene otra familia, una esposa que quiere a Nic y dos hijos más pequeños, está divorciado de Vicky (Amy Ryan), quien permanece algo ausente y toma peso  pasando la mitad de la película; en ningún momento se siente la presión de un personaje que no tiene un buen soporte económico, o que vive en algún barrio peligroso, al contrario.

Sin duda cada talento ha puesto de su parte para conseguir transmitir la intensidad que una adicción carga, Steve Carell mantiene una línea entre la esperanza y el darse por vencido durante la película, mientras que Chalamet, consigue ir de cero a cien, oscilando entre el miedo, la confusión, la felicidad y violencia en un periodo muy corto de tiempo.

Este largometraje tiene mucho que explorar. Definitivamente es una invitación a reflexionar y tomar consciencia de que hay situaciones que afectan a todos por igual, sin importar estatus social, creencias o género. La banda sonora de dicho montaje encaja a la perfección con lo que se refleja en la pantalla, sin duda logra una sinergia perfecta para ir de la mano con la cruda historia de esta familia que intentaba mantener todos sus pedazos unidos.

Disfrútala próximamente en Claro video.