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Las frases más memorables de Gran Hotel Budapest

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Las frases más memorables de Gran Hotel Budapest

En 2004, Wes Anderson estrenó su octavo largometraje titulado El gran hotel Budapest, que narra las aventuras de Gustave H. y Zero Moustafa. Ambos trabajan en el mítico hotel europeo, y viven de cerca el robo de una valiosa pintura que desata una desastrosa disputa familiar.

Como es costumbre, esta cinta de Anderson cuenta con un elenco fenomenal conformado por Ralph Fiennes, Adrien Brody, Willem Dafoe, Jude Law, Edward Norton, y los imprescindibles: Bill Murray y Owen Wilson.

Para seguir recordando esta divertida película, traemos para ti una lista de sus frases más memorables:

La arrogancia es sólo una expresión del miedo. La gente teme no obtener lo que desea.

Es un error extremadamente común: La gente cree que la imaginación del escritor siempre trabaja… que inventa constantemente una infinidad de incidentes y episodios que simplemente sueña sus historias de la nada. La realidad es que sucede lo contrario. Cuando el público sabe que eres escritor… ellos te proporcionan personajes y hechos. Siempre…

Aún hay vagos destellos de civilidad en este matadero salvaje que alguna vez fue humanidad. Es lo que nosotros brindamos a nuestro modo humilde, insignificante… Oh, al diablo.

¿Qué es un botones? Es completamente invisible y, a la vez, siempre está a la vista. Recuerda lo que la gente detesta. Se anticipa a las necesidades de sus clientes antes de que sean necesidades. Un botones es, ante todo, discreto en extremo. Nuestros huéspedes saben que sus secretos… algunos francamente indecorosos… nos acompañarán a la tumba.

Yo hago el amor con mis amigas.

Te ves muy bien, cariño… hicieron un trabajo maravilloso. No sé qué tipo de crema te pusieron en la morgue, pero quiero un poco.

Si descubro que alguna vez pusiste un dedo en el cuerpo de mi madre, viva o muerta, te juro por Dios que te cortaré la garganta, ¿me escuchaste?

—Pensé que se suponía que era un marica

—Lo eres, pero eres bisexual.

Debo decir que encuentro a esta chica absolutamente encantadora. Plana como una tabla, enorme marca de nacimiento con forma de México sobre la mitad de su rostro…

Cuando el destino de una gran fortuna está en juego, la codicia de los hombres se extiende como un veneno en el torrente sanguíneo.

Si después de leer estas divertidas frases te dieron ganas de ver El gran hotel Budapest, entra a Claro video y dale play.