El gran José Alfredo Jiménez nació un 19 de enero de 1926 y nos dejó hace 44 años. Uno de los compositores mexicanos más importantes de la historia cuya esencia bohemia es recordada por propios y extraños a través de su rico legado musical. Hoy, Claro música te invita a un recorrido por la vida de este emblemático cantautor, para que a través de estas líneas puedas conocer mejor al hombre que se convirtió en un mito.
Nacido en Dolores, Hidalgo, el pequeño José Alfredo perdió a su padre, Agustín, con apenas 10 años de edad, por lo que se tuvo que mudar con su madre, Carmen, y sus hermanos, Concepción, Víctor e Ignacio, a la Ciudad de México, al barrio de Santa María La Ribera. Amante del fútbol, jugaba como portero en los equipos Oviedo y Marte, de la primera división mexicana. El reconocido futbolista Antonio La Tota Carbajal, llegó a compartir balón con él, pero según sus palabras, Jiménez dejaba el campo de repente, cuando le llegaba la inspiración para escribir música, que siempre fue su verdadera pasión.
A mediados de los años 40 trabajaba como mesero en el restaurante La Sirena, donde escribió sus primeras canciones. Todavía era un adolescente, pero ya se notaban en sus letras las sensibilidad, la tristeza y ese dolor que lo acompañarían durante toda la vida. ‘Cuando el destino’ fue uno de los temas que llamaron la atención de Andrés Huesca —uno de los máximos exponentes del son jarocho—, quien no dudó en presentarlo en la XEW y, como reza el dicho popular: de ahí pa’l real.
José Alfredo escribía donde le agarraba la inspiración: en los camerinos del teatro Blanquita, en su destartalado Ford Mustang blanco – automóvil que inspiró el corrido ‘El caballo blanco’ -, y en las cantinas, principalmente. Plasmaba sus letras en servilletas de papel y componía la música como se dice coloquialmente ‘de silbidito’. No era ningún virtuoso musicalmente, ni siquiera sabía en qué tono estaban sus canciones, pero era de esos pocos que tenía un talento nato, el cual siempre logró conectar con su fiel público.
De ojo verde, delgado y no mal parecido, el poeta fue un enamoradizo que siempre tuvo éxito con las mujeres. De su amplio historial amoroso se le conocen varias famosas entre las que se encuentran Columba Domínguez (a quien le escribió ‘Si nos dejan’) Lucha Villa, Irma Dorantes (le dedicó ‘Muy despacito’) e Irma Serrano, La Tigresa. Además, estuvo casado con Paloma Gálvez y Alicia Juárez.
Así que si bien sabía de corazones rotos, sus canciones también hablan de amor y lo hacen de una manera bellísima y sensible. José Alfredo es el soundtrack perfecto tanto del triunfo como de la derrota, es decir: de la vida cotidiana; y la suya estuvo llena de talento, el cual demostró hasta el 23 de noviembre de 1973, cuando murió víctima de una cirrosis hepática provocada por su alcoholismo.
En las propias palabras del poeta del pueblo, la vida no vale nada, pero a veces da revancha. Es por eso que a pesar de no contar con una despedida digna de su genialidad, desde hace siete años que Jiménez tiene su propio festival internacional en Dolores Hidalgo, la ciudad bohemia que lo vio nacer, una fiesta de música, bebida y comida. También hay un museo en su ciudad natal: la casa donde el maestro nació, edificada a mediados del siglo XIX. Ahí es posible recorrer, de manera cronológica y temática, los diversos momentos de la vida y obra de José Alfredo. Todo esto sin mencionar el fiel fanatismo de un publico que lo extraña, pero que celebra su existencia a través de sus icónicas canciones.
No dejes de escuchar a este gigante de la composición a través de Claro música e inspira tus días con sus apasionados temas.
