La segunda mitad del siglo XX en el cine mexicano estuvo marcada por grandes comediantes que llenaron de carcajadas los recintos cinematográficos, y le aportaron a la sociedad historias entrañables que reflejaban la cotidianidad de la época.
Uno de ellos fue José Antonio Hipólito Espino Mora, a quien todos conocimos como Clavillazo, el hombre de gesticulaciones exageradas, saco que más bien parecía gabardina, y una frase que exclamaba a la menor provocación: «¡¡¡Nuunca me hagan eso!!!».
Clavillazo nació el 13 de agosto de 1910 en Teizutlán, Puebla, y debutó en el cine en 1950 en la película Monte de piedad, de Carlos Véjar Jr. Su trayectoria cinematográfica acumuló casi 40 filmes en los cuales trabajó junto a otros grandes comediantes como Manolín y Piporro.
En 1956, el cómico poblano protagonizó Vivir a todo dar, película del afamado director mexicano Ismael Rodríguez en la que interpreta a un simpático, ingenuo y despreocupado hombre que le enseña a un grupo de niños la fórmula para disfrutar la vida sin ninguna complicación.
La historia comienza cuando Clavillazo salva a un niño de ser arrestado por robar el tapón de un automóvil. Para agradecerle el gesto, lo lleva hasta su guarida, en donde viven también otros niños. Todos ellos ansiosos por tener al frente a una persona mayor y con experiencia en la vida.
Clavillazo aprovecha el entusiasmo de los niños para contarles un poco sobre su vida y los infortunios que ha tenido que librar a lo largo de los años. Comienza platicándoles sobre su etapa de estudiante, cuando todos los profesores se pusieron de acuerdo para darle un diploma con tal de que abandonara la escuela de una vez por todas.
Después, les cuenta sobre la vez que su amigo seminarista lo salva de convertirse en ladrón ofreciéndole trabajo en la iglesia, lugar donde conoce a una hermosa muchacha que vende flores en el pueblo, y cuyo anhelo siempre ha sido pisar un salón de clases.
A partir de ese momento, la historia de Clavillazo se enfoca en contarles a sus nuevos amigos cómo, en su afán por ayudar a la chica de la que se enamora, cae en una trampa que le trae problemas legales, y lo lleva a prisión. Conforme avanza la emocionante anécdota los niños aprenden valiosas lecciones de vida, y sobretodo de bondad.
Si eres fanático del cine clásico de comedia mexicana no puedes perder la oportunidad de entrar a Claro video y ver esta entrañable película que marcó los primeros años en la trayectoria actoral de Clavillazo.
